Fue mi padre, Julio García Ruiz, quien desde mi más tierna infancia comenzó a inocularme esta bendita pasión que es el amor por el ferrocarril.

Recuerdo con mucho agrado y nostalgia cuando, con sólo tres o cuatro años, me llevaba a la reserva de máquinas de vapor de Alsasua (Navarra), y allí me hacía subir a las locomotoras “Montaña”, “Mikado” o “Confederación”.

También a alguna locomotora eléctrica, de las series 7000 y 7100, que estaban igualmente por allí.

De ello dan innegable testimonio algunas fotografías de mi niñez.

Luego, ya en mi adolescencia, con nuestros interminables y emocionantes viajes…

Más tarde, en el año 1977 y ya con 19 años, me incorporé como voluntario al Regimiento de Zapadores Ferroviarios, con la 19 promoción. Allí quedé adscrito a la especialidad de Instalaciones de Seguridad

Con todo ello puede entenderse fácilmente que el ferrocarril lo sea todo para mí. Ha sido mi herencia, mi pasión y mi profesión, todo lo cual me ha permitido conocer personas con las que ha llegado a entablar una leal y enriquecedora amistad.

En definitiva; el ferrocarril ha sido y sigue siendo mi vida.

Así, pues, y casi cuarenta años después de que mi difunto padre me hiciera el mejor regalo que podía esperar, consistente en su colección personal de piezas ferroviarias, no sólo puedo enorgullecerme de haberla custodiado debidamente y de haberla, incluso, aumentado, sino de crear un escenario propicio para poder compartirla con todos vosotros

Y ello, por supuesto, gracias a la persona que, junto a mí, lo ha hecho posible a través de todo este tiempo y de las sucesivas dificultades que hemos tenido que afrontar.

Esa persona es, lógicamente, mi esposa “Charo”, quien no sólo me ha brindado su permanente apoyo, dándome el ánimo necesario, sino que, al día de hoy, sigue dispuesta a seguirme acompañando hasta el final en mis “aventuras” ferroviarias.

Llegados a este punto y abierto definitivamente al público el Museo del Ferrocarril III Generaciones, no puedo menos que invitaros a visitarlo y a participar en la experiencia de “retorno al pasado” que constituye el recorrido por sus diferentes salas.

Por mi parte, aquí estoy junto al resto del personal que forma parte de esta esforzada iniciativa cultural.

Quedamos a vuestra total disposición para recibiros y atenderos en el transcurso de vuestra visita como merecéis.

Julio Armando García Mendoza